Uno de ellos es Ray Bradbury, a quien veo como un gran Sabio y ¿por qué no? un gran Profeta. El primer libro que leí de él fue Farenheit 451, que estudiamos en un taller de escritura creativa. La maestra comenzó la sesión mostrando la foto de Bradbury en la pantalla y con eso terminé de "caer": qué alegría y sencillez transmite ese señor. Y digo transmite, porque al igual que mi maestra de escritura creativa, hablo en presente de los grandes, porque siguen con nosotros en sus libros.
Ray Bradbury, con su sonrisa bonachona. |
La lectura de estos libros le anticipa que la invasión fracasará ya que "los terrestres lo llevan dentro, como la sangre en las venas. (...) El haber leído durante su adolescencia todas estas historias les ha dado una fe que no conocemos".
El hombre ilustrado, libro en el que está el cuento "La mezcladora de cemento" |
Advertidos estamos, y no por cualquiera. No dejemos a nuestros niños inermes ante las invasiones marcianas o terrestres. Regresemos a esos rituales del cuento de Buenas Noches, retomemos la lectura de esas Historias Maravillosas y Fantásticas. Acerquemos la silla y leamos a los niños, tal como lo ha de haber hecho el abuelo Bradbury.