domingo, 30 de marzo de 2014

Tómbola dominical

¡Ah, qué rico es darse tiempo! Para descansar, dormir, pasear, ver videos... y con la mente libre de tantos debes, abandonarse sin reproches al desquehacer dominical...

Noto que el asunto del desquehacer va realmente en serio cuando me encuentro felizmente ante un video de Marisol: La vida es una tómbola, canta; tom tom tómbola, coreo con ella. Bailaría también, pero este sillón es demasiado cómodo; ella no se siente agraviada, y sigue, jovencita, delgadita, cantando su buena suerte.

¡Oh, qué tiempos aquellos! A decir verdad, nuestras reuniones juveniles no consistían en bailar y cantar al estilo Marisol, pero sí se sentía ese alegre desenfado, esas ganas de andar compre y compre boletos para ver lo que la suerte nos traería...

Y veo que jugar a la tómbola no es exclusivo de adolescentes, ahora el aparecido es Miguel Bosé, un poco mayorcito como para andar cantando el tom tom tómbola. Pero no importa, es Bosé, y se puede dar ese lujo, con ese traje y ese estilo que bien podrían hacerme abandonar el sillón...

Como Bosé ya viene acompañado, navego por las opciones del buscador, me divierto con las diferentes versiones, y hasta descubro una incómoda interpretación de Tom Hanks.

Y como mi cabecita sigue sin pendiente alguno, divago sobre la comodidad-incomodidad, y lo apropiado-inapropiado de vagar por esta vida al ritmo de la tom tom tómbola. Me visualizo con mis grupos de amistades cantando y bailando al estilo Marisol...

Y no. No parece apropiado, es más, escapo de la visualización porque mis cantantes y bailarines, en el mejor de los casos, se revuelcan de risa en los sillones y ahí siguen, por más que canto y danzo. Y para coronar el mal momento imaginario, parece que asigné los instrumentos de aliento a las más desafinadas (o será que por la risa no dan una)...

Y no. No parece cómodo querer hacer fiesta y no ser secundada...

Mmm... Por lo visto, tendré que cambiar de amistades...

O de video...

De cualquier modo, ¡que tengan feliz domingo!



viernes, 14 de marzo de 2014

Quién fuera vaca...

En una reunión de amigas, aunque  no me explico cómo llegamos a ese tema (bueno, sí, somos algo dispersas...), conversamos sobre "La vaca que se creía mariposa".

 Bueno, en realidad el tema era...

Ups, no lo recuerdo...

Es que hablamos de taaantas cosas...

En fin, hablamos de un autor llamado Emilio Lome y de un cuento "muy bonito" titulado La vaca que se creía mariposa. Sirviéndonos de las bondades de la tecnología (y que conste que no somos de las que conversamos con la mirada perdida en la pantalla del celular y/o el ipad. En serio...), dimos con el cuento y lo leímos gozosamente en voz alta.

¡Ah, qué delicia de cuento! O de poema, es una narración en verso sobre una vaca que amaneció creyéndose mariposa (como dice el título, pues). Pienso que gran parte de la deliciosidad del momento se debió a la imagen que transmite. A medida que avanzábamos en la lectura, claramente veía a la vaca haciendo desfiguro y medio volando de flor en flor... los vecinos, todos enojados, pero así como en las caricaturas... y al doctor, que hasta imaginé con lentes de fondo de botella...

Esas son las maravillas de una buena narración, y de unas buenas lectoras, porque nosotras también nos involucramos en la historia: festejamos las alas y antenas, nos dolió la caída, nos preocupamos por ella (lamentamos terriblemente esa terapia mata-sueños); hasta nos brillaron los ojitos cuando, durante el festejo, pasaron las tres mariposas volando...

Y al final... ¿cómo lo explico? una exclamación general, de gusto, ternura, satisfacción, como ver un cachorrito... Con el debido aplauso final y brindis por el autor (bueno, esto último no sucedió... hubiera estado bueno...)

Nos dejó tan buen sabor de boca, que a los pocos días, con otras amigas (las que faltaron a la reunión), leímos de nueva cuenta...

Hace una semana de eso. Y yo sigo volando, probablemente más vaca que mariposa, pero contenta, porque leí una buena historia..

https://soundcloud.com/la-lechuza-desvelada/la-vaca-que-se-crei-a-mariposa

sábado, 8 de marzo de 2014

Olivia y yo

Día de la mujer.

Llevo varios días pensando- viendo- buscando algún video emotivo, edificante y alusivo. Y me encuentro a Olivia Newton-John.

Ahí está ella: todavía dulce, femenina,  bonita, delicada; y sigue cantando con esa voz linda-linda y melosa, como deshojando margaritas descalzamente sobre pétalos de rosas.

Mmm, no...
Muy linda, pero no...
Bueno, puedo hacer una pausa en mi búsqueda...
Por los buenos tiempos...

Y ahí sigo, con Olivia, evocando, sonriendo, cantando (mentalmente, para no romper el momento)...

Pero el gusanito del "deber" comienza a dar lata.
¡Ey, la búsqueda!
Psss, el video...
¡La mujer!
Y me da la lista, como si fuéramos al mandado: Fuerte, pensante, luchona, valiente, independiente, irreverente y revolucionaria (¡no, esa canción no la voy a poner! Ni pensarlo...)

Y yo, con cada interrupción, reiniciaba el video.

Así duré un buen rato, en ese estira y afloja. Y Olivia, modesta,  seguía cantando, honestamente cantando.

"I'm not trying to make you feel uncomfortable".
(No Olivia, al contrario, el incómodo es aquel, que no deja escuchar a gusto...)

"I'm not trying to make you anything at all"
(Y eso es lo que te hace encantadora. En cambio aquel, muele y muele, que la mujer fuerte, que no te distraigas...)
(¡Chu, chú, deje escuchar!)

"But this feeling doesn't come along every day"

"And you souldn't blow the chance, when you've got the chance to say
I love you"

Elevada como estoy, regreso un poco el video para volver a escuchar esas palabras en voz de Olivia. Las siento. Las disfruto. Me las quedo. Y dejo de buscar.

Olivia tiene razón. Ese sentimiento no viene todos los días. Y yo que me quiero salir de él, para seguir lineamientos establecidos no se por quien (bueno, sí, es mi cabeza, que dice que así debe ser).

Ya  vi el video de aquella mujer-leona que hace mudanza.

Y el de Shania, con sus chicos guapos.

Aunque sigo orgullosa de la mujer independiente, guapa y divertida, este año me quedo con Olivia. Y con ella celebro la sencillez, la simpleza... y las oportunidades. Sobre todo las oportunidades.

De estar en mayor contacto conmigo misma
De escuchar lo que viene del corazón, dejarlo que se exprese tal como es...
De disfrutar y consentir a mi gente
De acompañar y respetar los tiempos y momentos de cada uno y seguir queriéndolos aunque no coincidan con los míos
Y sentirme cómoda en el proceso (todavía soy de las que nombran cursilerías a todas estas cosas).

Ah, y tal vez me regale unos aretes como los que trae Olivia en el video. ¡Me encantaron!

¡Feliz día de la mujer a todas!

http://youtu.be/Xp5JWJfIYkg